Los problemas visuales en niños no siempre son fáciles de reconocer inicialmente. De hecho, a diferencia de lo que ocurre con los adultos, los pequeños no siempre saben expresar que vean mal.
A continuación os damos varios consejos para reconocer los problemas de la vista en los niños.
Reconocer problemas visuales en niños
Indudablemente, la visión es el sentido más importante que tiene el ser humano. Así, es fundamental en la vida de todas las personas. Pero en la niñez es de particular importancia porque la mayor parte de lo que se aprende se hace a través de los ojos.
Por ello, los problemas visuales en niños pueden afectar todas las áreas de la vida de un niño.
Entre otros, problemas de visión a una edad temprana, por ejemplo, provocan malos resultados en la escuela.
En este sentido, lógicamente, la detección temprana es importante durante los primeros años de vida, cuando la visión de un niño se está aún desarrollando. Con una simple revisión de la vista del niño, eliminaremos, consecuentemente, la posibilidad de que padezca ambliopía (ojo vago).
Cada detalle es muy importante para un correcto desarrollo y esto también pasa por la visión. Visión infantil y problemas de la vista
Como hemos dicho, la mayoría de los niños con discapacidad visual no los informa directamente.
Por lo tanto, es muy importante que sus padres presten atención a los posibles signos o comportamientos que indiquen un problema.
Sin embargo, muchos niños en la actualidad no se revisan anualmente. Así, el ojo vago, y otros problemas visuales en los niños pueden pasar desapercibidos. Por ello, la detección temprana es muy importante. Además, debemos tener en cuenta que la ambliopía es una alteración progresiva. De hecho, este trastorno de la visión no es completamente tratable hasta los 7 y 8 años de edad. Consecuentemente, cuanto antes comencemos el tratamiento, mejor podremos estimular la visión de nuestros ojos.
Signos que pueden indicar problemas visuales en niños
El fabricante de lentes Essilor España ofrece una serie de consejos que nos pueden indicar si la visión de los más pequeños es correcta. Indudablemente, el objetivo de estos consejos es conocer todas las claves y favorecer la rápida identificación de cualquier problema visual en los niños.
Lógicamente, es recomendable una revisión visual por parte de un óptico-optometrista de nuestros hijos una vez al año.
Dentro de las señales que pueden implicar que nuestro niño pudiera no estar viendo bien se encuentran las siguientes:
- En primer lugar, el entrecerrar los ojos para ver con mayor claridad. Es fundamental observar a aquellos niños que, repetidamente, se quejan de que tienen problemas para ver la pizarra en clase.
- Segundo, parpadear frecuentemente y frotarse los ojos. En algunos casos, incluso, con fuerza y rapidez.
- En tercer lugar, inclinar la cabeza hacia un lado para mirar.
- También, acercarse demasiado cuando lee o juega.
- Asimismo, pueden existir problemas visuales en niños si se acercan mucho al libro o las pantallas de los dispositivos electrónicos.
- Por otra parte, hay que vigilar que el niño no se siente muy cerca de la televisión.
- Seguidamente, hay que estar pendiente de aquellos pequeños que refieren de forma permanente fatiga y cansancios visuales.
- En octavo lugar, niños que padezcan dolores de cabeza frecuentes.
- Además, hay que vigilar que no tengan una mala postura al sentarse.
- Por último, estaremos atentos a aquellos niños que muestran poca habilidad en los deportes, especialmente aquellos que requieren coordinación ojo-mano. Incluimos aquí, lógicamente, baloncesto, pero también otros como petanca, bolos, tenis, etc.
Consulta con tu especialista de la visión
Obviamente, si, después de observar al niño, se determina que alguna de las afirmaciones anteriores es cierta, se debe consultar a un profesional de la salud visual.
Tanto los oftalmólogos como los optometristas podrán realizar un examen para descartar que el niño pueda tener problemas visuales.
Nos haremos, así, con un diagnóstico completo del estado de salud ocular del niño. Y podremos, por tanto, prevenir la progresión de cualquier daño ocular.
Sin embargo, la prevención es la mejor cura para cualquier defecto de la visión.
Por ello, debemos acudir con nuestros hijos a chequeos periódicos, al menos una vez al año para detectar los problemas de visión de forma precoz y solucionarlos de forma inmediata.
Sin duda, un seguimiento periódico puede minimizar la gravedad de las alteraciones visuales en cualquier persona, pero, en el caso de los niños, esto es, si cabe, más cierto en tanto en cuanto que los más pequeños no avisan en muchos casos de que vean mal porque pueden creer que esta situación es normal en su caso.
En Óptica Gasset somos especialistas en el cuidado de la visión de los más pequeños de la casa. Si tienes un hijo en edad escolar, pídenos cita para hacerle un chequeo visual. Llámanos al teléfono 914029672 para pedirnos cita o escríbenos en nuestro formulario de contacto.