Tics oculares

Los tics oculares, o blefarospasmo, son movimientos involuntarios y espontáneos de los músculos del párpado que se asocian a un mal funcionamiento del ganglio basal; porque éste es parte del cerebro responsable del control muscular. Generalmente son inocuos, pero deben vigilarse.

Normalmente, los tics oculares afectan más al párpado inferior y tienen un carácter pasajero, aunque pueden resultar bastante molestos cuando se prolongan en el tiempo. Aunque en la mayoría de los casos los tics oculares no son un motivo de preocupación, ciertas patologías llevan asociados problemas de parpadeo que requieren de evaluación y tratamiento por parte de un profesional. Así, aunque no suelen ser un motivo de urgencia, su importancia no debe menospreciarse.

Los tics oculares se manifiestan como un parpadeo o guiño incontrolado e intermitente, cuya frecuencia e intensidad también experimenta variaciones. Así, algunas personas notan que sus síntomas remiten durante el sueño o se reducen al concentrarse en tareas específicas. Mientras que en los casos más extremos, los tics oculares, que pueden causar fotosensibilidad o visión borrosa, hacen que los párpados permanezcan cerrados.

Causas de aparición de los tics oculares

En líneas generales, la mayoría de las veces no resulta fácil identificar la causa de los blefarospasmos, aunque suelen influir los siguientes factores:

• En primer lugar, estrés y cansancio.
• Consumo excesivo de cafeína o alcohol.
• Fatiga ocular (uso excesivo de ordenadores, tabletas, smartphones…).
• Problemas visuales sin corregir o la necesidad de actualizar la graduación de las gafas o lentes de contacto.
• Ojo seco.
• Alergias (al frotarnos los ojos liberamos histamina en los tejidos del párpado y las lágrimas, lo que, según algunos estudios, puede causar tics oculares).
• Medicamentos (los tics oculares se encuentran entre los efectos secundarios de ciertos fármacos).
• Desajustes nutricionales.
• Condiciones oculares como la blefaritis, la fotosensibilidad o la conjuntivitis.
• Problemas neurológicos o cerebrales, como la parálisis facial periférica, distonía, la enfermedad de Parkinson o el síndrome de Tourette.

Como se tratan el tic ocular

Generalmente, los tics leves desaparecen sin necesidad de ningún tratamiento, solo con descanso. Por el contrario, cuando el tic ocular persiste, ocasionando molestias, resulta buena idea acudir al óptico-optometrista para descartar la existencia de algún defecto refractivo o la necesidad de actualizar la graduación de las gafas o las lentes de contacto.

Por otra parte, el magnesio, en el caso de que el origen del tic sea nutricional, tiene beneficios a nivel muscular y nervioso.

Además, si pasas mucho tiempo delante de pantallas de ordenador, puedes considerar la posibilidad de adaptarte unas gafas ocupacionales específicas para el trabajo en visión intermedia y visión próxima.

Así, en aquellos casos en los que los tics oculares no remiten, es imprescindible acudir al oftalmólogo especialista (en párpados y polo anterior) para diagnosticar la condición subyacente y aplicar el tratamiento adecuado.

Para prevenir los tics oculares….

• Mantiene el estrés a raya. Intenta controlar tu cansancio general y minimizar el cansancio ocular.
• Vigila tu graduación, en especial si tienes ambliopía ojo vago.
• Puedes utilizar técnicas de relajación como el yoga y otras técnicas respiratorias…
• Duerme lo suficiente para mantener los músculos descansados.
• Disminuye o elimina el consumo de alcohol, las bebidas con cafeína y otros excitantes.
• Realiza pausas periódicas cuando trabajes con ordenadores y pantallas.

En Óptica Gasset somos especialistas en la salud ocular. Por tanto, si tienes tics oculares, o si crees que no ves bien, llámanos al teléfono 914 029 672, o rellena el siguiente formulario de contacto para concertar una cita con nosotros. Estaremos encantados de atenderte.

Óptica Gasset, una miembro de Aneop.