Entrenamiento visual

El entrenamiento visual puede hacer que alteraciones de nuestros ojos se corrijan e incluso desaparezcan.

Al igual que nuestros músculos se benefician del entrenamiento físico, ciertos problemas de visión pueden mejorarse gracias a ejercicios supervisados por el óptico-optometrista.

Indudablemente, nuestro sistema visual es complejo. De hecho, a menudo pensamos que los ojos son los únicos responsables de la visión. Sin embargo, lo cierto es que vemos con nuestro cerebro. Además, para conseguir una correcta información visual, debe haber una sinergia óptima entre nuestra mente y nuestros ojos.

En otras palabras, el aspecto neurológico tiene tanto peso que se podría considerar a los ojos como una extensión física del cerebro.

Del mismo modo, la visión no es simplemente la capacidad de ver, sino más bien el resultado de la habilidad de una persona para entender e interpretar la información visual que llega al cerebro procedente de los ojos. Una buena visión es, por lo tanto, algo más que una agudeza visual óptima,

En este sentido, aunque la mayoría de las condiciones visuales se puede tratar de manera efectiva con gafas o lentes de contacto, algunos problemas que afectan a nuestro sistema visual requieren otras opciones de tratamiento, entra las que se encuentra la terapia o entrenamiento visual.

Síntomas que indican que puedes sufrir un problema de visión

Indudablemente, muchos pacientes son conscientes de que no ve bien. Sin embargo, otros no tienen una pérdida tan grande de agudeza visual como para que sea incapacitante en su día a día. En este último caso, entre los síntomas más frecuentes, están:

• En primer lugar, dolores de cabeza.
• Seguidamente, lentitud al leer o mala comprensión.
• Además, necesidad de volver a repasar lo leído.
• En cuarto lugar, visión doble.
• También, fatiga ocular, incluso con gafas nuevas.
• En sexto lugar, visión borrosa tras una lectura continuada.
• Otra, tendencia a confundir las letras o las palabras con otras de apariencia similar.
• Por último, falta de atención en tareas prolongadas o monótonas.

Más allá de las gafas y de las lentes de contacto

El entrenamiento visual, o terapia visual, es un programa personalizado de actividades que, bajo la supervisión de un óptico-optometrista, persigue corregir ciertos problemas o mejorar las habilidades visuales.

Obviamente, a diferencia de las gafas y las lentes de contacto, que compensan los defectos refractivos, o la cirugía ocular, que altera la anatomía del ojo, o los músculos que lo rodean, la terapia «enseña» al sistema visual a corregirse a sí mismo.

En otras palabras, como si de un entrenamiento físico se tratase, el objetivo es optimizar todo el sistema, incluidos los ojos y las áreas del cerebro que controlan la visión.

También, otras funciones relacionadas.

Por tanto, el entrenamiento visual puede resultar efectivo para muchos problemas comunes.

Entre ellos, el ojo vago, el estrabismo, la visión doble, la insuficiencia de convergencia y algunas dificultades en la lectura y el aprendizaje.

Por otra parte, los resultados, según un estudio de la Fundación para la Salud Visual, varían en función de cada persona. Sin embargo, algunos pacientes notan que leen más rápido y comprenden mejor lo que leen. También, que trabajan con más eficiencia, o que han mejorado su desempeño en los deportes. Por último, están aquellos pacientes que no sufren tantos dolores de cabeza.

Herramientas usadas en el entrenamiento visual

En líneas generales, para la realización de los ejercicios de terapia visual, los profesionales ópticos-optometristas se valen de la ayuda de distintas herramientas:

• Primero, y como es lógico, de lentes correctoras.
• Segundo, lentes terapéuticas.
• Tercero, prismas.
• Cuarto, filtros ópticos.
• Quinto, oclusores o parches oculares.
• Sexto, dispositivos electrónicos.
• Séptimo, programas informáticos
• Octavo, dispositivos de entrenamiento de la integración visual, motora y sensitiva.

Habilidades que se mejoran con rehabilitación visual

Con todo ello, la terapia visual permite el desarrollo o la mejora de las siguientes habilidades:

• En primer lugar, permite conseguir una correcta alineación ocular. De hecho, esta habilidad es fundamental para desplazar la mirada a lo largo de una línea, o para seguir cualquier tipo de objeto en movimiento. Obviamente, si los movimientos oculares son desacompasados e irregulares, la información visual puede recibirse distorsionada.
• En segundo lugar, la fijación. Es decir, la habilidad para mantener la atención en un punto sin que suponga un gran esfuerzo.

• Acto seguido, podemos mejorar la agudeza en visión de cerca. Con ello, conseguiremos disminuir la sintomatología y el cansancio en tareas de visión próxima como leer o utilizar dispositivos electrónicos.
• Seguidamente, cambio de enfoque de lejos a cerca, y viceversa, que no solo supone ver las cosas claramente a todas las distancias, sino también ser capaz de cambiar el enfoque con rapidez y retener la imagen claramente.
• Además, podemos mejorar la coordinación ocular. Así, veremos mejorada la habilidad de los dos ojos para trabajar juntos como un equipo y de «fusionar» en el cerebro las imágenes obtenidas por ambos en una única imagen.
• Como quinta habilidad destaca, indudablemente, la mejoría en la percepción de profundidad. Así, definimos esta percepción como una destreza directamente relacionada con la anterior, y que resulta clave para la visión en tres dimensiones. Lógicamente, esta habilidad habrá que mejorarla en actividades como los deportes, la conducción o la coordinación ojo-mano.

El entrenamiento visual conseguirá resultados en nuestra visión en poco tiempo

• También, mejoraremos la visión periférica o «visión lateral”. En otras palabras, una habilidad del entrenamiento visual importante para entender qué pasa a nuestro alrededor y dónde nos situamos en el espacio en relación a otras personas y objetos.
• Por otra parte, intentaremos mejorar la memoria visual, que nos ayuda a recordar y “visualizar» en nuestras mentes cosas que hemos percibido con anterioridad.

• Seguidamente, se actúa sobre la percepción y discriminación. Así, mejoramos la habilidad relacionada con el procesamiento visual que sirve para detectar los pequeños detalles de una forma rápida y precisa.
• Por otro lado, se trabaja para disminuir la confusión entre las letras o entre palabras con una apariencia similar. En general, la confusión puede deberse a habilidades de discriminación visual poco desarrolladas.
• Por último, en el entrenamiento visual, se trabaja en la integración y el funcionamiento conjunto de las habilidades de enfoque, fijación, fusión, visión periférica y simultaneidad ocular. También, en el procesamiento mental en la lectura, la comprensión o la memorización, y la coordinación con el resto de los sentidos.

Los nuevos hábitos en el trabajo, con la generalización de los ordenadores como herramientas básicas en los entornos laborales, hacen que cada vez haya más personas con problemas de fatiga visual y síndromes asociados. Estamos hablando, lógicamente, del síndrome de visión del ordenador. En estos casos, también, podemos servirnos del entrenamiento visual para eliminar sintomatología y mejorar las condiciones en las que realizan las tareas.

Eficacia de la terapia visual en niños

Indudablemente, y dado que la plasticidad de nuestro cerebro es mucho mayor durante la infancia, la terapia visual resulta especialmente efectiva en niños.

Además, entre los problemas más comunes de los menores se encuentran los relativos a la visión binocular, que afectan al enfoque, alineamiento y coordinación entre ambos ojos y dificultan la lectura, la escritura y la concentración.

Por otra parte, en ocasiones, a estos niños se les ha dicho que sus ojos están sanos y que no necesitan usar gafas, pero continúan teniendo dificultades de procesamiento visual.

Condiciones que pueden beneficiarse del entrenamiento visual

• Primero, AMBLIOPÍA U OJO VAGO, que se produce cuando un ojo no alcanza una agudeza visual normal. Usualmente, esto es debido a estrabismos u otros problemas de coordinación ocular.
• Segundo, ESTRABISMO. Indudablemente, el éxito de la terapia visual depende de la dirección, magnitud y frecuencia de la falta de alineación del ojo. Sin embargo, se ha mostrado eficaz para tratar una forma intermitente de estrabismo denominada insuficiencia de convergencia, que es una incapacidad para mantener los ojos alineados al leer (aunque si se consiga cuando se mira a objetos distantes).
• Tercero, DISFUNCIONES EN EL MOVIMIENTO OCULAR. Así, hay suficiente evidencia científica, con estudios serios, que han demostrado que la terapia visual puede mejorar la precisión de los movimientos oculares necesarios para la lectura y otras tareas de visión próxima.
• Cuarto, OTRAS ALTERACIONES DE LA VISION BINOCULAR. Sin duda, en el caso de las forias, que son problemas leves de alineamiento ocular. Así, no suelen manifestarse con un estrabismo visible, pero en ocasiones causan fatiga ocular al leer, algo que se puede minimizar con terapia visual.
• Quinto, FALTA DE ACOMODACIÓN O ENFOQUE. Por otra parte, algunos estudios muestran que las habilidades de enfoque en la visión de cerca pueden mejorarse con entrenamiento visual.
• Por último, otros problemas asociados al desarrollo o derivados de lesiones cerebrales, como es el ictus.

En Óptica Gasset somos especialistas en el cuidado de la visión. Si crees que no ves bien, o, si notas que no estás a gusto con tu visión, pídenos cita. Estaremos encantados de ver cuál es la mejor solución para tus problemas de visión.